Y llegó el 24 de diciembre de 2012.
10 años de Gobierno K, pero muchos más de gobierno
peronista… Porque los K son peronistas… como lo fue Menem. Mismo partido,
mismos recursos caudillistas, mismo discurso, diferentes herramientas. Es loco
pensar que – siendo Menem y Kirchner de un mismo partido – tengan opiniones tan
contradictorias y opuestas respecto de las políticas de gobierno y económicas a
implementar, no? Ya sea desde el tema de
Estado benefactor o no, privatizaciones / estatizaciones, cierre de
importaciones y fomento de la industria nacional / apertura extrema de
importaciones y destrucción completa de la industria nacional, dolarización /
pesificación de la economía, un Estado pequeño versus un aparato estatal
inmenso, burocrático y deficiente.
En fin: podríamos estar horas y días llenando una columna de
paralelismos que muestren las “dicotomías” entre ambos gobiernos, que… sí sí,
no son de dos partidos diferentes. No estamos hablando de Republicanos versus
Demócratas.
Estamos hablando de Peronistas.
Y cada uno entiende y arma y desarma el “Modelo” de Perón a su antojo. Y opina y dice lo que un
peronista debe pensar y decir conforme lo que le conviene. Pero los K? Los K
son un Kaso aparte… digno de un análisis en particular y de un detenido resumen
de 10 años de desgobierno que seguramente prepararemos para el 31 de diciembre.
Por lo pronto, podemos marcar generalidades que identifican a este gobierno!
Estudian teatro con Andrea del Boca e intentan discursar de
manera elocuente frente a un Teatro lleno de una audiencia a la que se le paga
por asistir para presenciar un acto puro de “STAND UP” completamente preparado
y para nada espontáneo.
De un año para el otro modifican su estilo de vida, su
economía personal y sus placeres y costumbres. Todo como por arte de magia.
Como si la política permitiera a uno hacerse rico de la noche a la mañana
(emitiendo? robando? negociando? traficando influencias?), y acceder a la tan
ansiada pero muy bien estigmatizada por este gobierno – clase alta.
Clase a la que señalan con un dedo, mientras crece a una
tasa que – en proporción, y comparando con la de los pobres – es mayor. Pero no
deja atrás a la tasa de crecimiento de los pobres en un país en el que, si hay
algo que sobra, es la comida, e irónicamente, cada vez hay más gente que muere
de hambre.
Se lavan la boca hablando hipócritamente de las necesidades
de los pobres, mientras señalan con el otro dedo al que maneja la camioneta 4 x
4 sobre el barro que la conduce por el sendero que va desde la tranquera hasta
el tambo a las 4am a trabajar la producción de leche, o las hectáreas con
siembra de trigo que fruto de las excesivas lluvias, este año ya se han dado
por perdidas.
Y ya sin dedos, cual cacería de brujas, sientan en el
banquillo de los acusados, sin proceso previo, sin juicio por jurados, y al
mejor estilo “Batman – Asciende”, a la clase trabajadora no sindicalizada. A la
clase media argentina que trabaja a diario y aporta sin protestar. Ese que como
vos, como yo, se levanta todos los días cuando suena el despertador para
preparar el desayuno, levantar a los chicos, darse una ducha, dejarlos en el
colegio, y rajar al centro… si tiene suerte, en auto. Y sino, a pie… Si tiene
mucha suerte, en colectivo, o en subte… y si es un iluminado, tal vez llegue
vivo en tren. Una clase media cuyo salario quedó completamente retraído frente
a una inflación encubierta y negada. Salario que antes le permitía no reclamar,
sino administrar y hasta cierto punto, disfrutar; pero hoy ya no alcanza. Hoy,
el supermercado muestra que no alcanza. Los aportes que le sacan muestra que no
alcanza. Los impuestos que paga muestran que no alcanza. El colegio de los
chicos ya pasó a ser un lujo… y tener
auto? No. Eso ya no es para la clase media… Porque mantener el auto,
pasó a ser un gasto mayor.
Una clase media que ya no puede irse ni 15 dias de
vacaciones y tiene que regatear 10 dias o 1 semana en la costa para darle algo
de respiro y cambio de clima a sus hijos, y por su propio bien.
Una clase media que también quiere LCD, fernet, cerveza,
vinos y champagne gratis, pero los paga en cuotas con unos intereses leoninos
que el gobierno no admite que existan.
Una clase media que – a pesar de los dichos de la Presidente
– continúa creyendo en Papa Noel y en darle una hermosa Navidad llena de sueños
a sus hijos, y un día de Reyes con historias para el recuerdo.
Para esa Clase Media Argentina, la que labura a diario y
tiene las merecidas vacaciones anuales y ni siquiera va a poder tomárselas con
todas las de la ley porque los costos se lo impiden, el Equipo8N les desea lo
mejor. Que esta Navidad los encuentre rodeados de sus afectos más preciados,
compartiendo una mesa llena de amor, paz, trabajo y salud.
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